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Cuando me mudé a Málaga la estaba visitando por primera vez. Tras colocar las cosas en mi nueva habitación de un pueblo del extrarradio, empecé a realizar visitas a la capital para conocerla. Entré por la zona de Gibralfaro y me pareció impresionante. El Paseo del Parque es una maravilla, así como la Alameda Principal, me encantan las arboledas. Vislumbré lo que parecía la Catedral, y me sorprendió porque parecía como si una de sus torres se hubiera quedado a medio construir. En ese momento no sabía que ya había visto prácticamente todos los mumentos de Málaga que se mantienen en pié. Y el 90% de los árboles de Málaga.
Con el paso de los días me extrañó que había pocas esculturas en las calles. Jerez está llena de pequeñas plazas, con árboles y una fuente o unas escultura dedicada a un personaje histórico de la ciudad. Aquí está el Cenachero, el monumento a Cánovas del Castillo y poco más. En Málaga no ponen nuevas esculturas, pero en lugar de eso las trasladan de sitio cada cierto tiempo. La de Cánovas ha estado en dos o tres sitios desde que llegué, y un malagueño me preguntó una vez "¿dónde está el Cenachero ahora?". Hasta las fuentes las cambian de sitio, en lugar de poner otras nuevas.
Málaga es preciosa. Os más bien podría serlo. Si la hubieran cuidado. Si hubieran pensado en un sitio para los árboles cuando la fueron ampliando. Si no se hubieran olvidado de mantener el patrimonio.
La Alcazaba ha sido rehabilitada, supuestamente, aunque se pueden ver cables por todas partes, no se han molestado ni en esconderlos un poco. La Judería se ha derrumbado practicamente entera, por sí misma o con ayudita, para construir nuevos bloques de viviendas. Cada día que pasas por el centro descubres un nuevo solar, donde antes había un edificio descuidado. El centro histórico se derrumba un poco más cada día.
Y todo esto viene a cuento por un triste suceso más: la casa natal de Cánovas del Castillo fue derribada el pasado martes, sin que los responsables del Ayuntamiento se enteraran de ello, con una descoordinación increible en esta era digital. Resulta que la compran para rehabilitarla, después de que el edificio estuviera años abandonado mientras muchas asociaciones pedían a gritos que se conservara. Tal y como la compran, deciden que está demasiado mal y que lo suyo es derribarla. Alguien a pié de obra decide que mejor que sea antes de Feria, y la echa abajo, supuestamente sin avisar al Ayuntamiento, y "aprovechando" que tenían una excavadora a mano de otra obra cercana. Bien pensado, sí señor. En su lugar, ironías de la vida, se construirá un museo dedicado a la figura de Cánovas del Castillo. Genial.
Es sólo un ejemplo de la política de rehabilitación del patrimonio histórico de Málaga. Se deja pasar el tiempo hasta que el edificio se viene abajo sólo, o si sólo se derrumba el techo se le da un empujoncito con la excavadora que se tenga más a mano, y de paso se ahorran gastos. Luego sólo hay que pagar a arquitectos, aparejadores, promotores y constructores y crear un nuevo edificio precioso, de estilo rompedor (con todo lo que le rodea). Con un poco de suerte, premio nacional de arquitectura. Triste, pero cierto.
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