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El pasado viernes 5 de Julio, Eyring y yo tuvimos la suerte de enterarnos que que Coque Malla daba un concierto de presentación de "Sueños", su segundo disco en solitario (el primero fue "Soy un astronauta más"). Coque ha creado un libro-disco, tan de moda ahora por fortuna, con nueve canciones y una serie de textos, que él mismo ha definido así:
"Quería escribir en este libro disco, sobre los Sueños. Después de haber leído sobre ellos, examinar los míos y finalmente escribir y componer basándome en ellos, me he dado cuenta de que todo está en los Sueños. El pasado, el presente y, si no te asusta y sabes interpretarlos, el futuro. Es decir, lo que eres. El libro disco se compone de una serie de textos aparentemente inconexos y nueve canciones que he escrito durante estos tres últimos años. Poemas, recuerdos, visiones... Y muchos sueños que escribía nada más despertarme. Una vez más el azar ha jugado un papel fundamental. Es un disco inquietante. O eso espero. Porque habla sobre todo, de esa sensación de irrealidad que nos acompaña a veces: ¿estamos vivos o estamos muertos? ¿estamos dormidos o estamos despiertos?"
Un disco íntimo, en el que según Coque, se muestran sus propios sueños, en los que se muestra la delgada línea entre realidad y sueño, y lo difícil que resulta a veces distinguirlos.
Con Coque ha colaborado J. Ignacio M., autor de las fotografías, que es descrito como un fotógrafo de los sueños. Coque le contaba lo que había soñado, y J. le conseguía una foto que reflejaba perfectamente el sueño.
A Coque lo acompañan en la gira Alex Olmedo a la guitarra, Laura Gómez al bajo, y un batería cuyo apodo no logré entender (y que no coincide con el nombre que aparece en la web de Coque).
Al grano, el concierto estuvo genial. Un grupo de no más de 50 en una sala para no más de 100, con Coque y la banda entregados a tope. Mucha batería y sobre todo mucho guitarreo. Laura es impresionante al bajo (y ella la verdad que también impresiona, porque es bastante atractiva y además parece que ni siquiera esté esforzándose, por lo que debe ser una fuera de serie). Alex es el auténtico hombre orquesta, sacando sonidos inverosímiles de la guitarra, hasta utilizándola a modo de violín, usando el trípode del micro como arco.
El disco en general es muy onírico, creo que el título es perfecto. Muchos cambios de ritmo dentro de las canciones, al compás de los vaivenes de los sueños. Temáticas muy dispersas y aparentemente inconexas, pero que en conjunto forman un todo. Y guitarreo, guitarreo guapo.
Al final, a pesar de que las butacas de la sala eran muy cómodas, terminamos todos cantando al ritmo de "Paula" y pegando saltos.
Como anécdota, a la chica que nos avisó del concierto le cayó encima la púa de la guitarra de Coque, y la guarda de recuerdo.
Podeis escuchar un medley de canciones del disco aquí.
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